Sobre el Bicentenario 2010

En el marco de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de nuestro país, vislumbramos un maravilloso espectáculo visual y artístico, eventos culturales de toda índole. Nuestro país vislumbra sin lugar a dudas una fiesta alegórica y exitosa.

Sin embargo, dentro de esa voz eufórica que se siente orgullosa de su mexicanidad, de una necesidad política extrema de devolver al pueblo, ese sentimiento nacionalista, esa identificación común con el resto de componentes e instituciones que integran México, esa emergente necesidad de nuestro mandatarios para consolidar la idea de patriotismo y de reconocimiento histórico, frente a otras culturas, esa emergente necesidad propia de identificarnos con nuestras raíces e idiosincrasia.

Phil Green & Adam Burke los extranjeros asesores del Bicentenario

Green de nacionalidad británica, (fundador de de la importante empresa Autonomy) y Burke de origen australiano, son los productores y supervisores de dicho proyecto conmemorativo, contratados por el gobierno federal, para realizar “recomendaciones”, sobre la realización de este macro evento que a lo largo del 2010 se desarrollará. Comisionados de la contratación de los artistas que harán acto de presencia en esta fiesta nacional, encargados de agregar un “incentivo binacional” con sabor estadounidense.

La comisión Organizadora cuenta con un presupuesto aproximado de 60 millones de dólares para cubrir los gastos de la producción y realización de la celebración del Bicentenario.

…Acerca del presupuesto que gastará la Comisión Organizadora para las fiestas del Bicentenario, Green considera que eso no es un monto muy elevado para un acontecimiento como el que esperan llevar a cabo…

La Presidencia de México quiere que la celebración del Bicentenario de la Independencia represente y refleje lo que significa México, sus tradiciones y su gente.

…El resto (hablando de los objetivos) “es reunir a la gente e inyectarlos con el espíritu de la vida, de las artes y de la historia de una gran nación”, concluyó Green.

(Información de la entrevista realizada por J.Jesús Esquivel, para Proceso, septiembre 13, 2009).

Bicentenario de ¿La Independencia?

Las hermosas luces, los gritos de emoción, los orgullosos slogans transmitidos por los diferentes medios, la pomposa muestra que damos mundialmente de los impactantes paisajes que constituyen nuestro país, la calidez de la gente, el folklor, la sonrisa del campesino; son claras y poco escondidas estrategias mediáticas utilizadas, para que el mundo no se entere (para que nosotros que integramos México) olvidemos que nuestro país hace mucho se encuentra en venta, que la soberanía nacional está extinta, que no existe la democracia, y que la palabra Independencia, por la que tanta sangre se derramó, por la que tanto se luchó, que la Independencia por la que México se tiñó de rojo… es solo una más de las quimeras que nos esforzamos en creer y transfigurar en vida cotidiana.

Entendiendo como Independencia adjunta con libertad y autonomía, no es novedoso para nadie, que México vive sujeto desde hace mucho a disposiciones, mandatos y un sinfín de órdenes foráneas. Por si fuese poco, el Estado a su vez, está sujeto a otros criterios y opiniones, a Instituciones ajenas (separación que por cierto, también costó mucho a un tal Señor Juárez; leyes que se encuentran contenidas en Las leyes de Reforma).

Concretamos este apartado con aquel común dicho popular, que se llena la boca con verdad y deja claramente puntualizada la realidad de la Independencia que gozamos en este país: “Cuando a Estados Unidos le da gripa a México le da pulmonía” o aún más en boga: Influenza.

¿Quiénes son los Invitados de la Fiesta de México?

No es necesario conocer las cifras oficiales, en temáticas como pobreza, desempleo, salud, educación, analfabetismo y campo, pues las consecuencias de su estancamiento y retroceso, las inmutables “malas conciencias” de nuestros representantes y mandatarios, las muertes y la impunidad, de la que nuestro país está atiborrado, el empacho de inseguridad y violencia en el ombligo de nuestra nación, estos días la inconformidad está hirviendo en las calles, y es que pese a que a no se invitó a dicho festejo a los miles de presos políticos, a los asalariados, campesinos e inconformes, a la historia impregnada en los adobes de esta tierra de jade, a los corazones púrpuras de las hijas de Ix chel, a los millones de hermanos que viven en pobreza extrema, a los pueblos indígenas, a las víctimas de los hasta ahora inesclarecidos feminicidios, y al sin fin de ciudadanos de este país, que siguen bajo el yugo de forasteros, traidores y ¡violadores de patria!.

Pese a que en este magno evento, no tuvieron cabida las voces escondidas en la selva, que fraguan ya una realidad, y pese a que por TV y por ningún medio se difundirán los rostros de la miseria y la injusticia, usted no haga caso omiso de la verdad que explota, le invito a que no se quede solo con la versión que le venden los medios de comunicación masiva, y que se atreva a observar la triste realidad de nuestro país, pero sobre todo, que se disponga a hacer algo al respecto, a dejar la costumbre de la alienación, y de “conciencia feliz”, que reconozca a México desde sus adentros, y que no ignore la posibilidad que tiene en sus manos, para poder contribuir a una realidad que verdaderamente trascienda y se quede, a luchar como hace tantos años lo hicieran los rebeldes, los que creyeron fielmente en que esta tierra, nació distinta a todas, que esta tierra en la que tuvimos el privilegio de nacer está elegida con la virtud máxima que es el valor y la fortaleza de su gente.

No habrá nada que celebrar, mientras siga existiendo supremacía en los intereses de unos cuantos, y no de la colectividad y el pueblo, no habrá nada que celebrar, mientras a los ojos de todos salte que vivimos en un Estado oligárquico, (contrario a lo que afirma la teoría, Estado Democrático Liberal).

Usted que lee estas líneas, está llamado al cambio, pues la historia no es adaptable, y pese a que se quiera adornar, ella siempre exigirá contar las cosas como son, y en esta escala; no hay puntos intermedios, la historia y el tiempo finalmente juzgan las acciones que se tomen en el presente, vistas reflejadas en un futuro, que por cierto es muy próximo.